Ana la Santa

Por lascenasdeingrid el 15 marzo, 2016 • ( 0 )

¡¡Señores!! ¡¡He vuelto!!

Después de casi un año sin escribir, llego a Madrid con ganas de volver a compartir con vosotros los sitios de buen comercio y buen bebercio de la capital . ¡Estoy que no me lo creo! Pero tengo que reconocer que no tenía ni idea de por dónde empezar. ¿Cuáles son ahora los locales asequibles y de moda? ¿Qué sitios nuevos hay por descubrir? Por eso me inspiré en un artículo sobre los restaurantes de moda en Madrid que me enseñó mi cuñada. Y el día perfecto para probar el primero fue el cumpleaños de mi suegra. Ese día, paseando por el centro, pasamos por Ana la Santa y nos animamos a probarlo.

Como podéis suponer, el restaurante está en la plaza de Santa Ana, que me parece un sitio magnífico para pasar un buen día, ya sea yendo después al teatro o paseando por los alrededores (desde Huertas a la Plaza de Oriente hay mil sitios donde elegir).

Y vamos ya al tema: la decoración es moderna y acogedora. Al igual que en Taberna Bahía, en Ana la Santa podemos encontrar varios ambientes diferentes: una especie de terraza interior con mucha vegetación, el restaurante más propiamente hablando, la barra, y una especie de salón ideal para tomar café y/o un gin tonic (tienen una carta de cócteles de lo más apetecible) . Y lo mejor: abre ininterrumpidamente desde por la mañana hasta por la noche, de forma que si se nos hace tarde para comer dará igual, porque aquí nos pueden servir la comida a las 5 de la tarde si queremos (en eso me recuerda a Taxi a Manhattan). El ambiente de lo más variado.

Distintos ambientes en la decoración.

La carta nos gustó mucho, porque hay tanto cocina tradicional como algo más creativa, pero siempre compuesta por cuerpos ciertos y sin dejar de lado los sandwiches para quienes busquen algo más rápido. Además es variada pero sin ser excesivamente larga, lo que tranquiliza bastante respecto a la calidad. Se nota que estamos en una zona de lo más turística, porque te la dan en español e inglés simultáneamente.

Carta. ¡¡Lo queríamos probar todo!!

Decidimos pedir algo de picar para compartir y un segundo cada uno. Los entrantes fueron estos:

Ensalada thai de quinoa (9€). Fresca, sabrosa y sana, aunque le sobraba algo de lombarda.

Hummus con pan de pita (8€). Muy bueno, y el pan calentito le iba genial.

Croquetas de jamón (7€). Grandes, suaves y sabrosas. Muy recomendables.

Alitas de pollo con salsa de lima y cilantro (9€). Un punto picante muy bueno. A mí, que soy una loca del cilantro, me encantaron.

En los segundos platos no fuimos demasiado originales. Edu y yo acabamos de llegar de Luxemburgo, y en cuanto vimos el arroz negro nos hicieron los ojos chiribitas. Mis suegros optaron por otro arroz, pero diferente al nuestro y, por último, Belén fue la única original eligiendo un plato de lo más apetecible: tortitas de maíz, sashimi de atún y mayonesa chipotle.

Arroz negro con chipirones y alcachofas (18€/pers). Ración generosa y arroz al punto. Nos encantó.

Arroz de calamarcitos, gambas y almejas (18€/pers). También recomendable. La elección depende del gusto personal de cada uno.

Tortitas de maíz, sashimi de atún y mayonesa chipotle (11€). Una pena que el embarazo no me dejase probarlas. Según Belén, estaban deliciosas. Las pienso probar cuando vuelva.

Y cuando llegaron los postres quisimos probarlos todos. Así que cada uno pidió uno distinto y todos probamos del de los demás. Tengo que decir que en general estaban buenos, pero los platos salados tenían mejor nivel. Quizás debimos darnos a los sorbetes.Primero os voy a dejar la carta

Carta de postres.

Tarta de limón (6€). Estaba buena de sabor, pero demasiado contundente. De una tarta de limón se espera algo más ligero (al menos yo).

Tarta de cerveza negra (6€). Muy buena y original, pero caía como una piedra al estómago. Podrían plantearse hacer un bizcocho más esponjoso.

Creme brulee (6€). Buena, aunque con este postre es muy difícil hacerlo mal.

Torrija con helado de caramelo salado (6€). Para mi gusto, el mejor de los postres, pero lejos del nivel de la de La cuchara de San Lorenzo.

Regamos esta comida con varias botellas de agua, refrescos, cervezas y alguna copa de vino.

Después pedimos un café y nos fuimos a dar un paseo para intentar bajarla.

Concluyendo: Ana la Santa está inmejorablemente situado tanto para planes culturales como turísticos. La decoración es moderna y cuenta con varios ambientes. Su carta, muy variada y apetecible, te da ganas de volver para probarlo todo porque además tiene unos precios muy asequibles (cinco personas casi salimos rodando por 165€, es decir, 33€/barba). El servicio agradable pero quizás un poco escaso. Lo mejor: cocina ininterrumpida de la mañana a la noche. Lo peor: te cobran el pan, y los que me seguís habitualmente ya sabéis lo que eso me fastidia. Sitio francamente recomendable para un plan con amigos. Nota media (sobre 10): 7.

Os dejo su tarjeta para que os animéis a hacer una reserva.