Hace tiempo que nuestra nutricionista me pidió que hablara de algún restaurante vegetariano en Madrid. Y me pareció muy buena idea, pero lo cierto es que nunca he visto la ocasión de plantearles a mis amigos una cena sin carne ni pescado. Pero el jueves Rosalía, jefa de comunicación de 11870, nos invitó a mí y a unos cuantos bloggers más (La Madrid Morena, Con el morro fino, Je suis Béatrice o La chica del flequillo, entre otros) a Al Natural que, según nos dijo, es uno de los mejores vegetarianos de la capital. Y allá que fuimos.
Al Natural está situado en el barrio de las Cortes, justo detrás del Congreso de los diputados. Me llamó la atención su entrada, pues más que un restaurante vegetariano, parecía uno castizo dirigido a incautos turistas. Dentro, la decoración era no bonita, sino de lo más curiosa: había una especie de arcos mexicanos, mezclados con detalles hindús y chinos… la verdad es que creo que debería centrarse en un estilo. Yo, siendo un restaurante vegetariano, optaría por un estilo rústico alejado de toda esta amalgama de cosillas.
Cuando llegamos nos sirvieron un aperitivo consistente en un pastel de berenjenas. Resultaba sorprendentemente sabroso y especiado. Estaba muy bueno. El pan que las acompañaba estaba muy tierno, calentito y en dos versiones: normal e integral.
Después nos trajeron el menú del día y la carta, pero todos optamos por el primero. Por si os interesa, tiene un precio de 23€ con bebida incluída, lo que me parece bastante justo.
Como todos íbamos a lo mismo, pudimos probar los platos de los demás (o, por lo menos, de los que teníamos cerca). Paso a explicaros someramente los primeros.
Morena eligió las croquetas de puerro y manzana, que estaban muy bien hechas, aunque costaba distinguir la manzana (en mi caso me alegré, ya que demasiada manzana puede matar un plato).
Juan David optó por los falafel de habas y garbanzos en salsa de yogur, que tenían mejor pinta que las croquetas pero me gustaron menos. Nos costó encontrar el sabor a habas.

Falafel de habas y garbanzos en salsa de yogur.
Falafel of beans and chickpeas in yogurt sauce.
Bohnen- Kichererbsen in Joghurtsoße.
La ensalada de endivias, mozzarella, kaki, rúcola y semillas de chía que pidió Beatriz no la probé, pero nos dijo que las endivias con mozzarella estaban estupendas, si bien la rúcola no tenía nada de especial.

Ensalada de endivias, mozzarella, kaki, rúcola y semillas de chía.
Endive salad with mozzarella, kaki, rocket and chia seeds.
Endivien-Salat mit Mozzarella, Kaki, Rucola und Chia-Samen.
Y yo opté por la sopa mar y tierra, con espinacas, algas iziki y zanahoria. ¡¡Me encantó!! Muy sabrosa, aunque su aspecto no le hiciera justicia (reconozco que la única sopa cuyo aspecto me gusta es la de cebolla).

Sopa mar y tierra.
Soup with spinach, iziki seaweeds and carrot.
Suppe mit Spinat, Iziki-Algen und Karotten.
En los segundos las elecciones fueron menos variadas y casi todos tendieron al plato combinado. Lo que más se comentó fue lo fantásticos que estaban los champiñones caramelizados (los pude probar y estaban de muerte), así como que la berenjena napolitana estaba estupenda. Lo demás debía ser más normal.
Yo, sin embargo, elegí la lasaña verde vegetal, que estaba bastante buena, pero era demasiado contundente y grande. Media ración de lo que me pusieron llenaría a cualquier persona normal.
Y luego llegaron los postres que, para mi gusto, fueron lo más flojito de la noche. No deja de ser curioso, pues creo que es la parte de la comida que más facilidad tiene para hacerse vegetariana.
La tarta de requesón con chocolate (fuera de menú) se dejaba comer, pero estaba un poco arenosa.
Y no soy experta (de hecho, es un postre que no me gusta mucho) en tiramisú, pero todos coincidieron en que le sobraba algo de chocolate. Aunque esas bolitas de que véis estaban rellenas de una especie de gominola de fresa que me gustó bastante.
Yo elegí un postre más ligerito: sorbete de mandarina con piña. No les quedaba el de albaricoque que ofrecía el menú. En cualquier caso, creo que fui la que más acertó. Fresco y casero, estaba francamente bueno.
Regamos esta cena con un poco de todo, agua, vino tinto y blanco, cervezas… llamando mi atención el vino tinto y la cerveza ecológicos:
Nosotros estábamos un poco aparte, así que del ambiente no puedo hablaros mucho. Había clientes, pero el restaurante no estaba lleno.
El servicio joven, muy amable y atento. Pero echamos de menos que se conocieran la carta, ya que cuando les pedimos consejo no sabían qué recomendar. El cocinero (Daniel Estrella) fue encantador y salió a saludarnos y a responder a todas nuestras preguntas después de cenar.
Del precio no puedo hablar, pues Jorge (el dueño) tuvo la amabilidad de invitarnos. pero el menú -con primero, segundo, postre y bebida- cuesta 23€. Me parece muy razonable, sobre todo teniendo en cuenta que todo lo que lleva la palabra «ecológico» suele ser más caro de lo normal.
Para concluir, diría que es un sitio estupendo para llevar al típico amigo vegetariano (todos tenemos alguno, y suele ser guiri) que ya esté harto de comer solamente tortilla de patatas, o también cuando nos apetece algo ligerito. La comida está buena y las raciones son generosísimas. Tanto que para dos personas recomiendo pedir un menú (23€) y un plato. Y como está fantásticamente situado en pleno centro de Madrid, es perfecto para ir después de copas por Huertas. Eso sí, la decoración debería uniformizarse en torno a una temática para hacer la visita más agradable, porque tiene tanto de tantas cosas que te pierde.
Categorías:C - Centro, Cen - 15-25€, M - Madrid, RESTAURANTES POR ZONA Y PRECIO, resultado de un antojo culinario, SI TU PLAN ES..., Vegetariana
Tenemos un par de amigas a las que llevar )) Ya te contaremos Bss
¡Pues sí, contadme, porfa! Que me apetece conocer la opinión de verdaderas expertas 🙂
Gracias por acordarte de mi.
Besos de vuestra nutricionista.
Cristina Castejón Riber
Me ha gustado, gracias! Por «mi zona» hay un par de vegetarianos más: el estragón y viva la vida, ambos recomendables (el primero más formal y el segundo más relajado).
¡Gracias, Mme Champignon! Pues a ver si un día me animo y voy a los restaurantes que me dices, a ampliar la sección de vegetarianos que, si te soy sincera, todavía me dan un poco de pereza.