«Muchas de las grandes empresas de nuestros días han empezado en un garaje». Esta fue una de las reflexiones que hizo el compositor Fernando Palacios en la presentación -en un garaje, claro- de la fundación Acción Social por la Música, el jueves pasado.
Mi amiga María Guerrero, presidenta de la fundación, es de esas personas de las que sabes que lograrán lo que se propongan. Y se ha propuesto cambiar y ayudar a la sociedad española sacando a niños de la exclusión social a través de la música clásica. Es una idea que me entusiasma, porque siempre he pensado que la caridad empieza por la gente que nos rodea y si además se hace a través de la cultura, la empresa es de lo más ilusionante.
El Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, institución creada por el maestro Abreu, revolucionó el sistema educativo hace 30 años, y todavía hoy recuerda que tocar un instrumento de música clásica no es sólo para genios o ricos, llegando a más de medio millón de alumnos de entre seis y doce años en Venezuela. A lo largo de los años se ha ido implantando en varios países (Escocia, Ecuador…), pero a nadie hasta ahora se le había ocurrido replicar la idea en España.
En la presentación tuvimos el placer de oír tocar a un coro y dos orquestas infantiles dirigidos y tutelados por Rubén Fernández. Fue todo un placer ver como los niños -y el público- disfrutaban con la música clásica y ver cómo interactuaban con Rubén me hizo reflexionar sobre la importancia de tener buenos maestros, tanto de música como de matemáticas o literatura. Aquí tenéis 10 segundos de la actuación.
Como bien dijeron en la presentación, no se trata de que Acción Social por la Música se convierta en una cantera de genios de la música clásica -aunque de Venezuela ya han salido varios-, sino de enseñar a los niños a expresarse y comunicarse a través de la música. También trabajan con las familias de los niños, les hacen partícipes de su aprendizaje y así se estrecha la relación.
María resaltó que es una pena que en España se haya truncado el sueño de que los hijos vivan mejor que sus padres. Pues bien, fundaciones como esta tratan de que el sueño continúe. ¡Bravo por ellos!
Creo de verdad que estamos ante una fundación que merece todo nuestro apoyo y a la que espera un estupendo futuro. Si vosotros pensáis lo mismo, os animo a colaborar, pudiendo hacerlo de varias maneras:
- Haciendo un donativo. Podéis hacerlo vosotros, como particulares, o si vuestra empresa tiene un departamento de responsabilidad social corporativa, podríaís proponérselo, porque además de ayudar, esta causa da una imagen fantástica a cualquier empresa.
- Donando un instrumento al banco de instrumentos creado al efecto por la fundación. Mucha gente tiene instrumentos en casa que ya no toca, pero de los que le da pena desprenderse. Pues bien, aquí tenéis la garantía de que estarán bien cuidados (no sabéis con el cariño que tratan los niños sus instrumentos) y de que servirán para una buena causa. ¿Se os ocurre algo mejor?
- Haciendo planes con los amigos: Acción Social por la Música tratará de recaudar fondos con un concierto benéfico ejecutado por los jóvenes intérpretes en el Anfiteatro Ramón y Cajal de Madrid, este viernes 29 de noviembre a las 19.00 horas. ¿Os animáis? No se nos puede poner más fácil…
Por último, y dado que esto es un blog gastronómico, no puedo dejar de hablar del maravilloso cóctel que ofreció Mama Framboise, una de las mejores pastelerías de Madrid. Aquí tenéis la foto:
¡¡¡Sed buenos y felices!!!
Categorías:Actualidad, MISCELÁNEA
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