La boda de un primo de Edu nos llevó a San Vicente de la Barquera. Y como la celebración era el sábado, los que veníamos de Madrid aprovechamos para ir a cenar juntos.
Buscábamos un sitio informal y relajado y Edu pidió consejo en la recepción del hotel, que nos sugirió «El Pescador». Para el plan que queríamos parecía genial: ubicado en el centro del pueblo, al lado del puerto, sencillo y sin pretensiones.
Desde fuera podía verse la cocina y eso, como sabéis, me da mucha tranquilidad:
Nosotros comimos dentro, porque hacía fresquito, pero sin duda, lo mejor de este restaurante son las vistas al puerto del pueblo. Impresionantes:
Dentro, la decoración del restaurante era típica de pueblo, con un detalle que, por puramente hortera, nos hizo a todos mucha gracia: ¡¡Las langostas tenían un acuario gigante con cascada!! Jajaja (Nota: la langosta que está en las rocas es también de mentira). Eso sí, si fuera langosta de restaurante -menos mal que no-, no me importaría vivir aquí hasta ser cocida.
Como os he ido diciendo la carta era sencilla, y a precios muy asequibles:
La cena fue en plan picoteo, y corrieron raciones de todo como si no hubiera mañana.
Lo peor fueron las croquetas, de las que -al igual que de las de Tierra María– podías decir «se nota que es Findus».

Croquetas congeladas. Todos coincidimos en que fueron lo peor.
Frozen croquettes. We all agree that this dish the worst.
Gefrorene Kroketten. Wir waren uns einig: die waren die Schliemste.
Lo demás estaba bueno, y rodeado del ambiente festivo que llevábamos encima, sabía todavía mejor. Como era mucho, no me detendré en cada plato, sino que os dejo su foto con un pequeño pie de página.

Chipirones. De lo mejor.
Squids. One of the best dishes of the night.
Kalmare. Eines der besten Gerichte der Nacht.
Pero lo mejor de todo fue el postre, que no hicieron en el restaurante, sino que lo trajo Edu: chocolatinas con frutos secos que hizo él mismo en Luxemburgo. ¡¡Si es que es todo un artista!!
Durante la cena corrieron sin medida vinos, tintos de verano, refrescos y agua.
Y como mi familia política es muy generosa y me invitó (María José, que sé que me lees: gracias de nuevo), no os puedo decir cuál fue el precio de la cena. Pero podéis haceros una idea echando un vistazo a la foto de la carta, que se ve bastante bien.
Conclusión: lo mejor de este restaurante es su ubicación, en pleno puerto de San Vicente de la Barquera, lo que conlleva unas fantásticas vistas si te sientas en la terraza. Es un restaurante de pueblo sin pretensiones, con comida digna a precios normales, en el que si vais bien acompañados -como era el caso-, disfrutas como un enano.
Conclusion: the best thing about this restaurant is its location, at the port of San Vicente de la Barquera, leading to fantastic views if you sit on the terrace. It is an unpretentious village restaurant with decent food at normal prices. If you go in good company -like in my case-, you’ll surely enjoy it.
Fazit: das Beste an diesem Restaurant ist die Lage, am Hafen von San Vicente de la Barquera, was ein fantastischen Blick bringt, wenn Sie auf der Terrasse sitzen. Es ist ein schlichtes Dorf Restaurant mit gutes Essen zu normalen Preisen. Wenn Sie in guter Gesellschaft es besuchen -wie in meinem Fall-, werden Sie sicherlich es genießen.
¡¡¡Sed buenos y felices!!!
Categorías:Cantabria, RESTAURANTES POR ZONA Y PRECIO, Resto de España
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