Hijo de padres judíos de Corfu (Grecia), nacido en Alejandría (Egipto) y muerto en Niza (Francia), después de haber cantado por medio mundo. Georges Moustaki llevó una vida que a cualquiera con un mínimo de inquietud cultural le hubiese gustado llevar.
Moustaki interpretó sus canciones en multitud de idiomas, principalmente en francés y griego, pero también en portugués, inglés, español, italiano, árabe o alemán. Por ello la muerte de este cantautor es hoy noticia internacional.
No sé vosotros, pero yo lo recuerdo como uno de los clásicos en el coche cuando éramos niños. Y a día de hoy, la canción de «Le métèque» sigue siendo una de mis favoritas. Otras joyas que no os podéis perder son «Ma solitude«, y «Ma liberté«. Pero como todo cantautor que se precie, Moustaki no sólo se dedicó a la canción contemplativa, sino que también compuso canciones protesta bien bonitas.
En España se le empezó a conocer a raíz de su interpretación de «Muertos de Amor» con Ángela Molina. Sobre esta canción, sólo deciros que me sonaba, pero no es para nada de las mejores.
Del Moustaki joven me encantaba, además de la música, su aspecto de rebelde, bohemio y pacífico. Del Moustaki mayor, me quedo con la apariencia -seguramente cierta- de sabiduría y tranquilidad que le daban las canas.
Me despido con la que para mi gusto es su mejor canción -y que ya os he puesto arriba, pero me da igual repetir-, en la que se autodescribe perfectamente. Como podéis encontrar la letra en francés sin ningún problema, yo aquí os dejo una traducción al español para que os hagáis una idea de como era el personaje:
«Con mi cara de extranjero,
de judío errante, de pastor griego,
y mis cabellos a los cuatro vientos
Con mis ojos totalmente abiertos
que me dan un aire de soñador
que no sueña muy a menudo
Con mis manos de ladrón,
de músico y merodeador,
que han robado en muchos jardines
Con mi boca, que ha bebido,
ha besado y ha mordido
sin saciar jamás su hambre
Con mi cara de extranjero
De judío errante, de pastor griego
De ladrón y de vagabundo
Con mi piel que se ha restregado
con el sol de todos los veranos
y todo lo que llevaba enaguas
Con mi corazón que ha sufrido
todo lo que ha sufrido
sin hacer por ello ruido
Con mi alma, que no tiene la más
mínima posibilidad de salvarse
para evitar el purgatorio
Con mi cara de extranjero,
de judío errante, de pastor griego,
y mis cabellos a los cuatro vientos
Yo vendré, mi dulce cautiva
mi alma gemela, mi fuente viva.
Vendré a beber tus veinte años
Y seré un príncipe legítimo,
un soñador o bien un adolescente,
según quieras escoger
Y haremos de cada día
toda una eternidad de amor
que viviremos a morir»
D.E.P., George Moustaki.
Categorías:Actualidad, MISCELÁNEA
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